Reportajes

Cantabria: 3 razones para volver.

CANTABRIA AMANECER UNO. Amanecer en la bahía Foto Miguel Á. Miguélez

UNO. Amanecer en la bahía. La primera vez que uno observa el mar desde el bello Paseo de Pereda de Santander se siente un poco desconcertado, se piensa que ya que la ciudad está en la cornisa cantábrica, el mar que se ve está al norte, pero no es así. La bahía de Santander forma una gran ensenada y en esa parte la ciudad, y el mar, están orientados al sureste. Por eso produce cierta sorpresa ver amanecer sobre el mar y observar los primeros rayos del sol reflejarse sobre las fachadas del paseo, envolviendo a sus árboles o creando mil contraluces en los barcos del cercano Puerto Chico. Es un espectáculo apasionante sobre todo cuando hay las frecuentes nubes que crean infinitas tonalidades. La vista del mar es maravillosa, pero también la de la ciudad que va surgiendo entre las sombras hasta mostrarse en todo su esplendor. Una buena forma de comenzar el día.

CANTABRIA DOS. Nadando con tiburones

DOS. Nadando con tiburones. Cantabria cuenta con numerosos museos, pero tal vez uno de los más originales, ilustrativos y situado en un marco excepcional, entre el promontorio de San Martín y la playa de los Peligros de Santander, es el Museo Marítimo del Cantábrico, que ofrece al visitante una de las más ricas y variadas propuestas museográficas, entre las dedicadas a la mar y a los hombres, de cuantas se ofrecen en España. En sus más de tres mil metros cuadrados de exposición, muestra la vida marina y todas las formas de relación del hombre con la mar a lo largo de su historia. En el museo se muestra cómo es la vida en el mar, cómo hacen su trabajo los pescadores, la historia marítima de Cantabria y la tecnología marítima. Historia natural, arqueología, etnografía, construcción naval, patrimonio marítimo, cartografía, instrumentos de navegación, embarcaciones, fotografía, documentación histórica y marítima… y un acuario marino que muestra las especies que habitan el Cantábrico y otras muchas. Al finalizar la visita hay que dejar un tiempo para subir a la cafetería y disfrutar de su espléndida terraza. www.museosdecantabria.com/maritimo

CANTABRIA SANTANDER TRES. En tierra de reyes

TRES. En tierra de reyes. Toda la fisonomía del litoral de Santander viene marcada por la Península de la Magdalena, uno de los espacios más bellos y significativos de la ciudad. El antiguo Campo de Polo (donde se han jugados también partidos de Copa Davis), el monumento a Félix Rodríguez de la Fuente, el Paraninfo, las Caballerizas Reales, la playa de Bikinis, el Embarcadero Real son el prólogo al espectacular Palacio de la Magdalena. Los habrá más bellos, más suntuosos, más ricos, pero no hay muchos que disfruten de una situación tan privilegiada como este. Desde la cumbre de la península se pueden contemplar impresionantes paisajes naturales y arquitectónicos. El Palacio Real, de influencias inglesas, fue inaugurado en 1912 y regalado por suscripción popular a los monarcas Alfonso XIII y Victoria Eugenia que lo disfrutaron como residencia de verano desde 1913 hasta 1930. Tras la restauración, este singular edificio se ha convertido en la sede de los prestigiosos cursos de la Universidad Internacional Menéndez-Pelayo. Es un lugar perfecto para un tranquilo paseo, descubriendo las carabelas que el marino cántabro Vital Alsar donó a Santander y un peculiar mini-zoo que alberga, en espacios naturales que reciben el agua directamente del mar, a un nutrido grupo de animales marinos. No hay que perderse la vista del palacio y de la isla y faro de Mouro desde el borde del mar. Lo último para visitar la península son los patinetes eléctricos Segway que se pueden alquilar junto al Campo de Polo y el Restaurante. www.centenariopalaciomagdalena.com/es

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