Carlo Suffredini, director del Hotel Alfonso XIII desde hace más de siete años, nacido en Italia y enamorado de Sevilla, lleva 30 años trabajando para la cadena Starwood Hotels & Resorts Inc. recorriendo todo el mundo. Nos comenta, incluso sorprendido él mismo, que su estancia en Sevilla es el período más largo que ha estado afincado en un lugar dirigiendo un hotel, pero como el mismo dice, el Hotel Alfonso XIII es algo distinto, es hotel especial, único, distinto, casi se atreve a comprarlo y decir que se parece más a una persona que a un edificio, es como una mujer, tiene su propio carácter, exquisito, suntuoso, misterioso, te conquista de tal forma que ya no puedes dejarlo.
Carlo Suffredini, en esta entrevista que nos concede nos abre las puertas de su hotel y nos explica cómo es vivir el día a día en uno de los hoteles más lujosos del mundo.
¿Qué es lo que hace del Alfonso XIII un hotel diferente?
Prima por encima de todo el servicio y la atención al cliente, esa experiencia que vivirá aquí no la sentirá en ningún otro hotel del mundo, eso lo hace diferente al resto. La leyenda del hotel, la gente que vivió aquí, la gente que ha pasado por aquí, también lo hacen singular en sí mismo.
Al respecto de lo que acaba de comentar, ¿de qué leyenda nos habla que lo hace tan singular?
La idea de por qué se construyó. El propio Rey Alfonso XIII imaginó un palacio y quiso construir el hotel más lujoso del mundo, por eso se tardó 11 años en construirlo cuando por ejemplo el Hotel Palace en Madrid se tardó 11 meses en construirlo. El nivel de exigencia en cada detalle era máximo, los materiales, el personal. Se lo trató como una obra artística y no como una mera construcción. El Hotel Alfonso XIII es una obra de arte en sí misma, solo que una obra de arte que uno puede tocar y adentrarse en ella. Este hotel es único en su belleza arquitectónica, no hay un hotel igual en el resto del mundo.
¿Cuándo tuvo lugar la última remodelación y en qué consistió?
Entre mayo de 2011 y marzo de 2012, nueve meses y medio de duración. Consistió en adaptar el hotel a la modernidad y comodidad del siglo XXI conservando el lujo y la esencia que tenía. Como he comentado había que cuidar mucho el nivel de detalle de la obra La remodelación se basó en tres pilares:
-El primer pilar fue reformar las instalaciones adecuándolas a las nuevas tecnologías, desde el aire acondicionado, saneamiento, calefacción, cañerías y maquinarias hasta internet o sistemas rociadores de seguridad. Todo lo que uno solo percibe cuando siente su falta.
-El segundo pilar fue volver a amueblar todas las habitaciones manteniendo la esencia de la ciudad y del hotel dejando por tanto los 3 estilos de las habitaciones (andaluz, árabe y castellano).
-El tercer pilar fue introducir nuevos puntos de venta sobre todo centrándonos en la gastronomía autóctona para acoger un nuevo enfoque local, introdujimos por ejemplo el bar americano, el Restaurante Taifa o la Bodega Alfonso XIII.
¿Hasta qué punto ha sufrido o está sufriendo la crisis general que azota España, Europa y el mundo?
El hotel ha sabido bordear la ola de la crisis ya que se ha centrado en el mercado internacional y ha amoldado su oferta para que fuese más accesible y competitiva. El mercado español en el 2008 estaba en primera posición, se dependía totalmente del mercado español y ahora este mercado ha pasado a una tercera o incluso cuarta posición.
La crisis ha generado que todos, de cualquiera que sea su nivel económico, miren más por el dinero y no estén dispuestos a pagar más por algo que pueden conseguir por menos. Hemos intentado hacer asequible nuestros precios para obtener un mayor volumen de negocio, un sector de clientela más amplio y sobre todo competitivo.
¿Qué cree usted que espera el cliente de un hotel como el Alfonso XIII, de un hotel de estas características?
Las expectativas son muy altas desde luego, la belleza arquitectónica del hotel es tan excepcional que ya solo con el hecho de verlo estéticamente hace que uno piense que es como un castillo y que será tratado como un rey consecuentemente. El cuidado por los detalles, ser cuidadosos al máximo por este motivo, conocer al cliente y sobre todo tener predisposición por cumplir con los requerimientos y superar sus expectativas son los requisitos fundamentales para hacer que el cliente salga satisfecho.
¿Qué cualidades debe tener el director de un hotel de lujo en los tiempos actuales?
Lo primordial es tener disposición total y dedicación total al hotel, a veces la familia es la más perjudicada porque a veces la jornada laboral son 24 horas, tener mucha humildad para que cada día sea un aprendizaje, y mucha memoria para recordar los errores y que no vuelvan a producirse, mucha ganas de estar con la gente, tanto clientes como empleados, y para esto es importante que te importen sus vidas, saberse los nombres de todos los empleados y de todos los clientes, tener un trato cercano y personal con ambos, escuchar muchísimo, y hablar también muchísimo y para esto es imprescindible hablar varios idiomas (Carlo nos cuenta que habla 4 idiomas) participar en todas las actividades y verse involucrado en la vida del hotel. Sentir que estás en casa cuando estás trabajando en el hotel y que ésta es tu segunda familia.
¿Qué es lo que más valora en un hotel como el Alfonso XIII el cliente?
El servicio y la atención prestada durante su estancia, la calidad del producto ofrecido que puede ir desde las sábanas de la cama hasta el pescado servido en la cena así los detalles personales que indican que conocemos sus gustos e incluso nos adelantamos a ellos. Por supuesto el prestigio de que es una empresa reconocida la que regenta el hotel también da garantías de calidad. La ubicación del Alfonso XIII ubicada en pleno centro histórico de Sevilla también es muy apreciada por nuestro cliente y por último la intimidad de que gozan nuestros clientes y la exclusividad es muy valorada.
¿Cree usted que la restauración es todavía la asignatura pendiente en los hoteles, al menos en España?
Pienso que sí, que efectivamente es la gran asignatura pendiente en la hotelería, aunque debo decir que algún hotel ha conseguido tener grandes restaurantes incluso ser más restaurante con hotel que hotel con restaurante, hay que aprender y mejorar mucho más en el tema de la gastronomía en los hoteles, hay que ser capaces de crear una armonía en el servicio de restauración ofertado en los hoteles. Los hoteles del Medio oriente así como Norteamérica han conseguido equilibrar estos puntos aun cuando su oferta gastronómica no es equiparable a los países mediterráneos tan ricos en la cultura de la alimentación. No obstante no solo España la tiene como asignatura pendiente sino también otros países de Europa
¿Se atrevería entonces usted a valorar el restaurante de su hotel?
Por supuesto, el restaurante en el Alfonso XIII ha tenido una gran acogida, he de decir que tendría 5 tenedores, adaptado a los paladares más exquisitos, los motivos de su éxito son tanto la ubicación, el lugar donde esta es único en el mundo en cuanto a belleza, situado en el patio central, recogido en la intimidad del hotel pero abierto a la luz y al cielo, al sol cálido de Sevilla, el servicio es excepcional, tenemos a los mejores maîtres del mundo que ofrecen un trato exclusivo, la calidad del producto es excepcional, la presentación es increíble. La palabra para definirlo todo sería ¨exquisitez¨. Estamos muy orgullosos de nuestro afamado chef Carles Gassot, catalán que ha adaptado la excelencia de la cocina del norte con la gastronomía andaluza creando sabores únicos. Tanto es así que tenemos clientes locales que vienen al hotel para almorzar en el restaurante.
Y usted como profesional y además director de hotel, ¿qué es lo que más valora cuando va a un hotel ajeno al suyo?
Atención recibida en el trato y amabilidad del servicio, cosas tan sencillas como saludar con una sonrisa o responder con educación. Un servicio con pequeños errores los subsana un empleado especialmente amable, la actitud en el servicio ayuda a no dar importancia a algún pequeño fallo que podamos haber observado. El otro factor que yo personalmente valoro es la tranquilidad, no tener ruidos molestos, ni olores desagradables, la armonía y el equilibrio de los sentidos. La gastronomía es importante también, y como digo debe ir unida en sintonía con el lugar en el que uno se encuentra, Debe existir un perfil equilibrado en el ambiente para resultar confortable.
Carlos Suffredini (1965, Italia) es el retrato del triunfo de la voluntad sobre cualquier otro factor, con 18 años comenzó a trabajar para la cadena Starwood. Desde entonces, ha trabajado y aprendido en hoteles de la cadena por medio mundo. Llegó a Sevilla en 1995 como segundo de a bordo del Hotel Alfonso XIII y aquí se quedó su corazón, se enamoró del hotel, se enamoró de la ciudad, se enamoró de su mujer, conoció a su esposa con la que tiene dos hijas. Sevilla es la materialización del sueño, porque todo en esta vida se puede conseguir con esfuerzo y humildad. Gracias a D. Carlo Suffredini por el tiempo dedicado para esta entrevista.
