GRAN CANARIA
La pareja siempre fue la más famosa, la que daba sentido a conceptos como paraíso, continente en miniatura, la mar de divertido. Pero paso a paso, las décadas de esplendor empezaron a decaer. Si es verdad que siempre estaban invitados a todos los eventos pero siempre se escuchaba un comentario: “y no es suficiente, hay que ampliar, ofrecer productos complementarios”. Y la pareja de toda la vida, el binomio sol y playa empezaron a mirarse con cierta preocupación.
En la actualidad, sin embargo, sin descartar a nadie y restarle importancia, la oferta de sol y playa sigue ocupando el primer puesto del ranking. Sin la media de temperatura de 24º, sin la transparencia de las aguas del Atlántico y los 236 kilómetros de costa que rodean Gran Canaria, este destino no sería el punto de arribo de más de tres millones de turistas, es verdad que cada día más exigentes y con más conocimiento del destino a través de las redes sociales, pero siempre buscando lo principal: el sol, la arena y el mar.
GRAN CANARIA SUB
El producto resultante se llama playa y en Gran Canaria las hay de todos los tamaños, de arena negra y blanca, de piedras, nudista, en la cara norte, en la cara sur, en el mismo centro de la capital. Y además, todas con el distintivo de la bandera azul, es decir, que cumplen todos los requisitos de calidad y cuidado que puede exigir el visitante más escrupuloso.
Los criterios a la hora de elegir una de ellas, pueden ser tan variados como turistas que nos visitan, porque seguramente una familia con niños pequeños pedirá unas condiciones que se diferenciarán de aquellos que vienen a practicar deportes naúticos o de alto riesgo, jugando con los vientos alisios. También será una opción distinta si prefiere mayor intimidad, más proximidad a enormes acantilados y pueblos marineros junto a esta costa donde convivir con los lugareños y disfrutar de los productos del mar, que en estas zonas, pasan directamente del mar a la mesa, casi sin tregua.
También ofrece una garantía añadida de calidad y cuidado medioambiental la declaración de Reserva de la Biosfera con la que cuenta el territorio terrestre y marítimo de la isla de Gran Canaria.
Margullar en la playa capitalina de Las Canteras es para muchos grancanarios una forma de vida, que siempre están encantados y acostumbrados a compartir con los que nos visitan y de la que hablamos como la joya de la corona sin ruborizarnos porque no hay quien se atreva a discutirlo.
La gama de propuestas para divertirnos en las playas de Gran Canaria es tan larga e importante que no nos atrevemos a hacer un listado exhaustivo de las mismas; ni siquiera de mundiales o de eventos naúticos que ya tienen una proyección internacional de muchos abolengo, como la Regata ARC, transoceánica y con punto de destino la isla caribeña de Santa Lucía.
Gran Canaria es cuna de olímpicos de la vela porque no es muy fácil encontrar en este hesmiferio norte un campo de regatas de esta categoría; nadie les quita su mérito deportivo pero es que, sin duda juegan con ventaja.
Pero también se puede dar la vuelta y verlo desde abajo, colocarse el traje y las botellas de oxígeno y practicar el submarinismo, en un mundo silencioso a pesar de las miles especies marinas que habitan en esta agua transparentes y llenas de vida.
Si alguien les cuenta que Gran Canaria es un destino diverso, lleno de opciones muy variadas porque desde la Cumbre hasta la costa tiene paisajes, climas y medio ambiente como en un continente en miniatura, no le están mintiendo; pero si no le recuerdan que es uno de los mejores destinos de sol y playa del mundo , se están dejando atrás sus valores más preciados.
