Madrid en Metro

Madrid ¡Mejor en Metro!: A modo de presentación

Con ponderación, objetividad y, sobre todo, con datos, el Metro de Madrid acapara cuantos títulos se precisan para poder proclamar que si no es en todo el primero del mundo, roza la primacía muy cumplidamente, y con las características propias del servicio público que pueda ser objeto de admiración y envidia por parte del resto de los que funcionan ya en tantas otras ciudades y aun de la mayoría de los que están todavía en proyecto. El Metro de Madrid es ciertamente ejemplo y así lo reconocen quienes lo estudian e intentan instalar el servicio en otras ciudades.

La frecuencia, la puntualidad, la extensión de la red, los índices de seguridad y limpieza y tantos otros factores llevan a la conclusión de que Madrid tiene en su Metro una de las referencias más explícitamente modernas de lo que es y pretende ser una ciudad en la actualidad y con proyección de futuro. Madrid se identifica en gran parte con su Metro. Hacer uso de los servicios que presta es percibir con certeza una buena parte de lo que la ciudad es y representa.

Dado que el ritmo de las obras está permanentemente en activo, el Metro de Madrid es ya y seguirá siendo, aval prestigioso y sustantivo de desarrollo cívico con repercusiones positivas en la cultura y en el progreso integral. El Metro de Madrid, de idéntico modo al de cualquier otra ciudad, es por encima de todo, y pese a sus limitaciones y fallos posibles, expresión y empeño de evolución y prosperidad al servicio del pueblo. El Metro es progreso. Es esencialmente futuro. Lo anticipa y lo crea. Lo hace presente. Gracias a su Metro, Madrid es y seguirá siendo Madrid. Es y hará historia en el resto de España y en el extranjero.

En Metro los desplazamientos son en Madrid ciertamente cómodos y fáciles, sobre todo si se tiene en cuenta con objetividad las distancias y lógicas dificultades, y si además la referencia específica se centra en lo que era la red hasta años recientes. El crecimiento y multiplicación de las líneas y estaciones ha sido tal en tan sólo un puñado de años, que su explicación hay que buscarla necesariamente en el convencimiento de sus responsables de que hoy por hoy el Metro como servicio público para los desplazamientos urbanos difícilmente podrá ser superado por otro.

Los guarismos que definen al Metro hoy en Madrid son ciertamente extraordinarios en relación, por ejemplo, con la cantidad de estaciones, escaleras mecánicas, trenes, escaleras rodantes, ascensores, viajeros diarios, personal, consumo de energía eléctrica… En definitiva, un buen servicio al que ofrecer este recuerdo cuando ya ha pasado  el noventa aniversario de la inauguración de la primera de sus líneas.

El esquema de esta guía de Madrid en Metro es esencialmente sencillo. Y didáctico, como no podía ser de otra manera. Que conste que esta guía tiene mucho –todo- de vida. Jamás le asalta la tentación de nacer ya muerto o de resultar inservible algún día. El Metro de Madrid es una realidad, pero es y seguirá siendo a la vez un proyecto que no se completará jamás… Será difícil que transcurra un año sin que no sea necesario añadirle páginas en las que se hagan presentes estaciones y servicios nuevos. El Metro es y sirve a Madrid y Madrid es también futuro, dando la optimista impresión de que este se asienta, refleja y se manifiesta nada menos que entre las estrellas que configuran su escudo oficial.

Huelga referir que nuestro libro no olvida que en las estaciones e instalaciones del Metro, además de los servicios que presta al cliente-usuario, el arte en diversidad de versiones y tiempos se hace impertérritamente presente y activo, por lo que su información tendrá que proporcionarse y actualizarse como es menester.

Adelantamos ya y aquí nuestro agradecimiento a los lectores que, si echan de menos alguna información, crean corregir algún dato o hacernos alguna puntualización, lo hagan lo antes posible y con la seguridad de que habremos de tenerlo en cuenta.