Entre copas

Madrid: Cócteles con historia

Las coctelerías están de moda, al igual que los gin club -templos consagrados a la ginebra-, pero… ¿cuántos de estos locales tienen más de cinco siglos de historia? Sólo uno, Las Cuevas de Sandó (Plaza de Santo Domingo, 13. Madrid. Tel. 91 547 99 11. www.cuevasdesando.com)

 ‘Bajo tierra’, sofisticado, divertido y a pocos metros de la Gran Vía madrileña, un escondite que, en el siglo XVI perteneció a la Inquisición, es ahora una pista clave para disfrutar de las tardes en la capital. Afterwork desde las 18.00h., con su selección de cócteles, resulta también ideal para la primera copa de la noche con sus destilados Premium, entre los que destacan ginebras y vodkas. Además, las noches de los sábados la música de ambiente suena en vivo y en directo con el DJ residente Antal Maia.

 Dando la bienvenida a este sitio histórico están Jean Pierre y Jose Duque, cocteleros por vocación y diseñadores de profesión que reciben a todo aquel que baja las escaleras y se adentra en las ‘profundidades’ de Madrid. Los ladrillos vistos de la época esconden multitud de secretos, pero son estos bartenders quienes los cuentan. Amables y cercanos en todo momento, recomiendan las bebidas que mejor se adaptan a los gustos de cada cliente, personalizando la experiencia y haciendo que cada visita a Las Cuevas de Sandó (www.cuevasdesando.com) sea única.

 Así, entre sus secretos está la utilización de frutas naturales en sus creaciones y entre sus especialidades destacan el Mojito de flores, preparado con flores comestibles y con licor de violeta, o el Oro negro, con vodka negro, hierbabuena y limón. Y es que aunque su carta es sencilla, los clásicos versionados surgen a diario y se entremezclan con otros de autor que sorprenden a los más atrevidos, dando fe del buen hacer de Pierre y Duque. Y para saciar el apetito, cuentan con una sabrosa oferta de hamburguesas, sándwiches, ensaladas…

 En cuanto al ambiente… es mágico. Los antiguos ladrillos levantados hace siglos contrastan con el moderno suelo de cristal que refleja constantemente luces que cambian de color, convirtiéndose en una divertida sesión de colorterapia y llenando el espacio de vida… O mejor dicho, los espacios, ya que no se trata de una cueva, sino de seis. Con diferentes tamaños, tienen capacidad desde cuatro personas y hasta 20 la de mayores dimensiones. En total, su aforo es para 80.

 Y como el escondite que fuera en sus orígenes, para acceder a Las Cuevas de Sandó (www.cuevasdesando.com) hay que hacerlo por una de las puertas del conocido Hotel Mercure Santo Domingo, establecimiento al que pertenecen. Concretamente a través de su Open bar, que muy pronto abrirá sus puertas con una nueva y apetecible fórmula de tapeo. El horario es de 18.00 a 02.30 h., de martes a domingo. El precio de los cócteles es de 9 y 10 € y el de las copas de 9 a 14 €.

 Además, Las Cuevas de Sandó (www.cuevasdesando.com) pueden alquilarse en su totalidad, tanto para eventos como para fiestas privadas. Sin duda, un éxito garantizado en el corazón de la capital en el que pasado y presente se dan la mano.

 

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