Mesa para dos / Restaurantes

Madrid: Restaurante Sandó

 Sandó nace de la mano de Antonio Núñez, un joven empresario con experiencia en la creación de diversos “espacios para el bienestar” y con el empuje y entusiasmo propio de quien inicia su proyecto más personal.

 Para el diseño de la oferta culinaria ha contado con el chef Antonio Hoyas quien ha apostado por una cocina de fondo clásico y formato actual, basada en el recetario tradicional español -con algunas reminiscencias a la cocina francesa- y en el mejor producto de origen y temporada, tratado con rigurosidad técnica y aderezado con sensata creatividad en las presentaciones y guarniciones.

 Cocina tradicional, muy buena presencia y buen servicio parecen ser en tiempos de crisis la fórmula del éxito para el hostelero. Pero para que la ecuación funcione hay que ir mucho más allá: el cuidado en los detalles, un recetario perfectamente pensado y mucho mimo por parte de todas y cada una de las personas que componen el equipo son algunos de los valores añadidos con los que Sandó, desde su céntrica ubicación en la Plaza de Santo Domingo, promete hacerse un hueco en la cabeza de todos.

 Para ello el nuevo comedor, astutamente decorado con atemporal elegancia, ofrece una acertada treintena de platos de toda la vida -eso sí, debidamente rejuvenecidos- que sorprenden, emocionan y, sin duda, invitan a repetir.

 Entre los entrantes destacan la ensalada de pimientos asados, las verduras a la parrilla, unas suaves y cremosas croquetas de perdiz y setas, las anchoas del Cantábrico, el laminado de queso de oveja con cebolla caramelizada y huevo roto, los chipirones a la plancha y unas ligerísimas milhojas de berenjenas con foie mi-cuit.

 La buena técnica se hace aun más visible si cabe en los principales: en el arroz cremoso con carabineros, las verdinas guisadas con langostinos y almejas o las fabes con matanza ibérica, todo en su punto óptimo de cocción, así como en las carnes y pescados entre los que sobresalen el lomo de lubina con su piel crujiente, el solomillo de ternera en su demiglacé, el secreto de ibérico con chutney de tomate, mango y crujiente de parmesano o las codornices rellenas de foie.

 Y en los postres, las torrijas caseras con natillas y el tocinillo de cielo con salsa de chocolate se presentan como una tentación hasta para los menos golosos. La buena cocina de Antonio Hoyas se completa con una excelente bodega de unas 60 referencias y con un impecable servicio dirigido por el maître y sumiller Daniel Radresa.

 El restaurante cuenta con varios espacios para disfrutar de su cuidada propuesta: el salón Tragaluz en la planta baja, que puede utilizarse como una sala independiente para celebraciones de grupo, y, arriba, el comedor principal donde destaca un semi-privado ubicado en un cubo completamente acristalado que parece suspendido en el aire y en el tiempo. Todo ello vestido con gusto por la interiorista Aurora Monasterio que ha apostado por una decoración elegante y cálida de colores frescos, sillas y lámparas de diseño, un atrezzo de objetos decorativos muy buscados y una cuidada iluminación que crean un conjunto armónico y relajado para disfrutar sin prisas de una nueva experiencia gourmet.

 En definitiva, Sandó se presenta como un restaurante único y muy diferente, tanto decorativa como gastronómicamente, a los restaurantes de la zona de Palacio donde se ubica. Un sitio con clase.

 Francisco Cózar – Fotos: R.S. y Dolores de Lara

 Dirección: Isabel la Católica, 2.-Teléfono: 91 547 99 11

 

 

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