En un lugar de Galicia de cuyo nombre desde luego no voy a olvidarme…el mar tiene color esmeralda y su frescor inunda los sentidos en cuanto uno se aproxima con las ventanillas del coche abiertas y el maletero a punto de reventar. Puede ser junio, julio, agosto o septiembre, si me apuran incluso un suave octubre como ahora es el caso. Y concretamente ese preciso instante en que aparcar el coche se convierte en algo perentorio, algo de primera necesidad. Se trata de segundos, los últimos, pero el corazón ya rebosa ansias de abrazar la brisa y mojar los pies en las cristalinas y oxigenadas aguas del puerto.
Y es que, estimado lector, encontrar el Puerto de O Barqueiro es un privilegio del que muy pocos disfrutamos. En una costa mellada a golpes de mar en sus milenarios embates contra la roca, tallada a capricho y todavía desconocida para la gran masa veraneante, te vas a encontrar un paisaje y paisanaje nada alterados por los mercados turísticos. Desde el puente que une la carretera A Coruña-Oviedo la piña de casitas blancas marineras se divisa rabiosamente exultante señoreando sobre la orilla y su forma tan característica una vez contemplada no se te olvida jamás.
En pocas palabras verás un lugar como es, no como te lo enseñan. Tras estas líneas estoy segura de que sentirás una atracción muy especial, atracción que sin duda querrás materializar con una visita de las que llamamos programadas a última hora y para la que espero esto te sirva de utilidad tanto si te lo planteas solo, en pareja o con tus hijos…
Veamos, uno, dos, tres y cuatro; cuatro son los establecimientos que se distribuyen a lo largo del puerto, cuyos propietarios, Toñito, Paco, Luis; Massimo y Teresa, se van a convertir en parte de tu familia, con esa hospitalidad que sólo la gente del mar sabe brindar. El bar de Talín es el primero por la izquierda y es el más antiguo del Puerto, lo fundó allá por los años 20 Ladislao Talín y está salpicado de recuerdos y de toda suerte de criaturas marinas. Hoy lo regenta su nieta Teresa Talín y he de decir que poco ha cambiado esta taberna de mar en cuyo interior tomaban los aguerridos marineros su trago de orujo a las 5 de la mañana, antes de salir a la mar, a faenar. La taberna está muy cerquita de la pequeña lonja, justo al borde del mar.
Me dispongo a entrar, como tú lo harás, para tomarme un buen vino de Ribeiro vislumbrando ya la abierta sonrisa de Massimo, el marido de Teresa, que se acerca a la puerta entre las octogenarias mesas del blanco mármol que otrora Ladislao decidió colocar, cuando a escasos metros veo a las mariscadoras preparar la estupenda materia prima de la Ría de O Barqueiro. Esta vez son ostras, pero podrían ser las refinadas coquinas, almejas, berberechos, mejillones y demás delicias que produce esa ría, la de O Barqueiro.
No es ni más ni menos que lo que puedes contemplar tú entorno al mediodía en la algarabía de la actividad pescadora diaria.
AQUÍ VA MI PROPUESTA (para fin de semana/dos días)
¿Primera parada y toma de contacto? El Bar de Talín. Eso será a media mañana, como es habitual a esa hora del día en cualquier bar del puerto, no hace falta pedirlo, con el Ribeiro, Massimo saca sus tapas de queso y embutido para que la bebida esté bien acompañada, o empanada y pimientos de padrón; todo de la zona, y siempre ha sido así, nada de importaciones…Los adultos disfrutáis de unas cuncas mientras veis cómo los peques se bañan en el puerto. Llevad toallas por si las tentaciones.
A escasos metros encuentras la pequeña tienda marinera de recuerdos “Ánimas”, precioso rinconcito donde comprar un detalle de esos que nos queremos llevar a casa, pero de eso hay tiempo…
Ya llega la hora de comer, si continúas en línea recta y siempre a tu derecha, tu izquierda la salpica el mar, llegas a A Marina, allí Toñito te ofrecerá su bacalao especial (8 €), sus carnes a la piedra (entorno a 10€) y demás; aunque lo que yo te recomiendo es su delicioso pulpo a la plancha (10€).
Tras la comida un poco de actividad, al fondo del malecón encuentras una casita de madera con un rótulo, pregunta por Jaime, lo tienen todo para divertirte en la zona de influencia del río Sor, kayaks para grandes y pequeños, la gran banana que porta hasta ocho viajeros remolcados por una zodiac… ¡Aventura garantizada!
Además puedes decidir entre coger la ruta guiada de dos horas que te costará 23 € por persona y ellos se encargan de todo. Sublimes vistas de las riberas del Sor dejándote llevar por el monitor.
O alquilar el kayak por tu cuenta que son 20€ por persona, pero ¡dispones de él todo el día!. Si además disfrutas pescando, la Ferretería Galdo en las cabeceras del pueblo, en la carretera general dispone de todo lo necesario para desarrollar la actividad, incluso cebo vivo.
Entorno a las 8 de la tarde has de estar de vuelta en Talín, es la hora de tomarse unas fresquitas los adultos y unos refrescos los niños porque el ambiente del Puerto empieza a arrancar de nuevo. Las cocinas de los tres restaurantes que se divisan desde la terraza oeste de Talín ya están sacando sus platos. Y con tanta actividad ya seguro que el apetito se hace notar.
Es la hora de decidir si probar las especialidades de O Forno o de A Sobreposta, dejando uno de los dos para el almuerzo del día siguiente, antes de partir.
Si optas por el primero, sus dueños te recomendarán el bonito en rollo (9,50€), los calamares de la Ría (9,50€) o los chipirones (15,50€). Recuerda que todo lo que vas a degustar es lo que traen las redes, se pesca allí mismo. Y en temporada las coquinas (18,50€) y almejas de la Ría (12,50€) harán las delicias de vuestro paladar.
Bueno, nos queda un punto para visitar para rematar el fin de semana que es A Sobreposta, en este lugar de reciente inauguración podréis pedir todo tipo de pescados y mariscos de la zona por supuesto, (calcula entorno a 60€ por pareja) o elegir entre arroces (entorno a 25 y 30€ pareja también) y fideuás con lubrigante (término local para el vogabante) alrededor de 45€ pareja. Además, ambas entradas al pueblo están flanqueadas por otras dos buenas opciones, restaurante A Goleta con sus brochetas de rape y calamares encebollados y El Boliche si lo que se tercia son parrilladas de churrasco a la brasa.
Tras las últimas recomendaciones sobre culinaria, volvamos a donde estábamos, la puesta del sol del sábado, ahora habréis de cubrir una necesidad importante ¿dónde pasar la noche?
Pues bien, el Puerto tiene a vuestra disposición dos establecimientos allí mismo. Si lo que se trata es de dejarse llevar, ahí van mis recomendaciones. O Forno y A Marina disponen ambos de hostal también. En efecto, no tendréis que mover el coche, y como en casa, ya que el trato es entrañable caigáis donde caigáis… Habitación doble o cuádruple, si sois una pareja con niños, pueden ser una magnífica opción para un fin de semana único en un entorno de ensueño junto al indómito Mar Cantábrico, a tan sólo 10 kilómetros del punto más septentrional de la Península Ibérica, La Estaca de Vares y sus rocas, las más antiguas de toda España, en unas tierras aún por descubrir, las Rías Altas.
Por Pilar G. Bahamonde
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Todos los datos que necesitas:
Hostal A Marina, habitación doble- 40€ TA/ 30€ TB
habitación doble con supletorias- 70€ TA/ 60€ TB
En invierno, ofertas especiales a grupos.
Teléfono: 981 414 098 Preguntar por Toñito
Correo eléctronico: info@hramarina.com – Web: www.hramarina.com
Hostal O Forno, habitación doble- 50€ TA/ 35€ TB – habitación cuádruple- 80€ TA/ 65€ TB
Teléfono: 981 414 124 Preguntar por Paco
Restaurante A Sobreposta, preguntar por Luis o Carlos. Teléfono: 682 000 431
Correo electrónico: seturibar@seturibar.es
Bar Talín, preguntar por Mássimo o Teresa. Teléfono: 981 414 097
Actividades Estaca, preguntar por Jaime. Teléfono: 609 956 452/ 647 536 305
Correo electrónico: actiestaca@yahoo.es – Web: www.actividadesestaca.com
