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Romeo y Julieta no se perderían la programación 2015 de la Arena de Verona

La belleza de Verona salta a la vista.

La belleza de Verona salta a la vista.

Poco podía imaginar el mediocre escritor italiano Luigi da Porto que su narración, en parte autobiográfica, en parte inspirada en un drama real de 1302, «Historia novellamente ritrovata di due nobili amanti» iba a dar tanto juego. No contaba, desde luego, con que su novelita de amores trágicos llegara a las manos de un entonces joven William Shakespeare que, tomando cosas de aquí y de allá, creó la inmortal «Romeo y Julieta», una de las obras más representadas y prototipo de la mejor historia de amor.

La historia de Romeo y Julieta permanece en primer plano vayas donde vayas en Verona.

La historia de Romeo y Julieta permanece en primer plano vayas donde vayas en Verona.

Tampoco ni Luigi ni William podían imaginar que Verona, la ciudad en que ambos ambientaron la relación de los dos jóvenes con las familias enfrentadas se convirtiera en prototipo de destino para enamorados, ni que los espacios en que Julieta Capuleto y Romeo Montesco vivieron su historia de amor y muerte en la ficción pasaran a ser iconos del recorrido turístico por la bella ciudad italiana. Aquí, en el recodo que forma el río Adige en su camino al Adriático, se aloja la ciudad de los enamorados más tozudos de la literatura universal. Shakespeare solo pudo soñarla, pero otros colegas viajeros como Dickens o Goethe la alabaron y hasta el propio Dante situó en los círculos de la Divina Comedia a veroneses notables.

Que ningún viajero olvide su cámara porque la ciudad es un paraiso para los amantes de los recuerdos gráficos.

Que ningún viajero olvide su cámara porque la ciudad es un paraiso para los amantes de los recuerdos gráficos.

Cuando se visita por primera vez Verona (o por tercera o cuarta) sale al paso enseguida la Casa de Julieta, un palacio gótico con su célebre balcón y con la estatua en bronce de la heroína en el patio, con el pecho derecho desteñido y sobado ya que al parecer tocarlo da suerte en el amor… y con miles de papelitos (al menos no hay candados) con nuevos nombres de enamorados y corazones atravesados por flechas. También, un poco más lejos, puede visitarse la mismísima tumba de Julieta y con algo de imaginación se descubren los lugares de las peleas entre las dos familias y los de los encuentros furtivos de los amantes. Todo, naturalmente, es imaginario pero, aquí se puede emplear una de las frases más típicas y utilizadas del italiano: «Se non è vero, è ben trovato».

Vista genral de Verona.

Vista genral de Verona.

Romana y medieval

Pero incluso si uno no se deja seducir por el encanto de Romeo y Julieta, como hacen cuatro millones de turistas cada año, sí lo hará por el de su ciudad, cuyo centro histórico es Patrimonio de la Humanidad. Por encima de los tópicos literarios, esta encantadora villa medieval es, incluso hoy, un magnífico escenario para todo tipo de historias, con sus imponentes ruinas romanas, sus leyendas medievales, sus recuerdos góticos y sus grandes palacios del siglo XVII. Verona es un maravilloso ejemplo de integración urbana, arquitectónica y artística de los distintos períodos históricos que se han sucedido durante dos milenios.

La famosa arena de Verona donde cada verano se celebran todo tipo de espectáculos de altísimo nivel.

La famosa arena de Verona donde cada verano se celebran todo tipo de espectáculos de altísimo nivel.

Dentro del patrimonio histórico veronés para www.jetcost.es destaca su herencia romana. La Arena del siglo I, en plena plaza del Brà, es su ejemplo más grandioso. Construida en mármol rosa e impecablemente conservada, es el tercer coliseo más grande de Europa, con capacidad para 30.000 espectadores, fue levantado en el siglo I por Tiberio y es la sede de uno de los más prestigiosos festivales líricos del mundo y sus óperas al aire libre atraen a melómanos de toda Europa. Pero además de la Arena, Verona conserva el Puente de Piedra, que aunque sufrió grandes daños durante la II Guerra Mundial fue reconstruido manteniendo gran parte de los materiales originales rescatados del lecho del río, los restos de dos puertas de acceso a la ciudad (Porta Borsari y la Porta dei Leoni) así como un Teatro romano al que se llega cruzando a la otra orilla del río Adigio, a los pies de la colina di San Pietro.

¿Te apetece una vuelta por Verona?

Nada tan sencillo como pinchar aqui ahora mismo y dejarte llevar por música y paisajes maravillosos

 

Lo que hoy se contempla no hace justicia a la majestuosidad original -que incluía, además del graderío, un magnífico escenario-, pero aún así merece la pena acercarse a contemplarlo.

VERONA

Piazza Erbe

Verona es también una ciudad ante todo medieval y no faltan palacios, ni iglesias, ni por supuesto la catedral. Entre otros, San Zeno, algo alejado del núcleo urbano, pero una joya románica considerada una de las más bellas de Italia. O Santa Anastasia, la iglesia más grande de Verona, ordenada construir por los dominicos entre los siglos XIV y XV. Su interior gótico alberga un gran repertorio de obras de arte. La catedral (siglo XII) es pura armonía románica y gótica. En su interior custodia, entre otros, un retablo de Tiziano con la imagen de la Asunción. A destacar la Basílica de San Fermo Maggiore, dos construcciones románicas superpuestas. Tampoco faltan los románticos jardines: cruzando el Adigio por el Ponte Nuovo, se puede pasear por los jardines Giusti, escalonados en torno a una villa del XVI, que sirvieron de inspiración al alemán Goethe.

Vista genral del Ponte Petra de noche.

Vista genral del Ponte Petra de noche.

Verona es Patrimonio de la Humanidad y basta pasear por sus plazas y alzar la mirada a las fachadas de sus palacios para entender por qué. En esta ciudad la prosperidad se tradujo en edificios elegantes y avenidas señoriales. Buen ejemplo es la piazza delle Erbe, antiguo foro romano que hoy se ha convertido en animado mercado flanqueado por edificios de renombre como el palazzo Maffei, la torre del Gardello, el palazzo Comune ?antiguo Ayuntamiento?, la fuente de la Madonna Verona y el Arco della Costa, del que pende la costilla de una ballena ?según la leyenda, caerá cuando por primera vez pase por debajo una persona justa?. Atravesando el arco ?y sin que la costilla se inmute? se llega a otra plaza, la dei Signori, considerada el salón de la ciudad y otro ejemplo de armonía de estilos, presidida por un pétreo Dante Alighieri. Y a continuación, los Arche Scaligere, delicados sepulcros de los nobles de Verona.

Gastronomía y ópera

El recorrido por las bellezas de Verona puede provocar cansacio… y hambre. El mejor remedio es sentarse a la mesa de cualquiera de sus trattorias, bottegas y restaurantes. En Verona la gastronomía va más allá de la pasta y la pizza (aunque también las hay, y excelentes) para deleitarse con los platos de risotto all’Amarone, el arroz de Isola, los espárragos de Arcole, los tortellini di Valeggio sul Mincio, los guisos de ternera, el pescado fresco que vienen de lagos como el Garda y el Como. De postre o entre horas, los helados artesanales y el Pandoro, un bizcocho parecido al Panetone. Toda la zona es rica en vinos, entre los que hay que destacar el Valpolicella, Soave, Bardolino y Custoza.

El famoso balcón de Romeo y Julieta, seguramente el lugar más visitado de la ciudad.Y desde luego el más retratado.

El famoso balcón de Romeo y Julieta, seguramente el lugar más visitado de la ciudad.Y desde luego el más retratado.

Pero una de las citas obligadas en Verona es su Arena, para presenciar en directo alguna de las óperas que tienen lugar desde el 19 de junio al 6 de septiembre. El Festival de Ópera en la Arena di Verona se remonta a hace más de 100 años, en 1913, con el estreno de Aida organizado por el tenor veronés Giovanni Zenatello y empresario Ottone Rovato para conmemorar el centenario del nacimiento de Giuseppe Verdi. Durante más de un siglo (a excepción de dos breves interrupciones durante las dos guerras mundiales), cada verano el anfiteatro romano se transforma en el mayor teatro de ópera al aire libre del mundo.

 

La programaciónn se supera cada año en la arena de Verona.

La programaciónn se supera cada año en la arena de Verona.

Las obras elegidas cada temporada suelen ser bastante populares. Un total de 54 representaciones que este año traerán 54 seis óperas inmortales, donde como no podía ser de otra manera en Verona, abundan las historias de amor, muchas de ellas trágicas: Nabucco, Aida, Tosca, Don Giovanni, Il Barbiere di Siviglia y, naturalmente, Romeo et Julieta, además de dos galas especiales: Roberto Bolle and Friends y Carmen Gala Concert, con los momentos más destacados de la ópera de Bizet, y el gran regreso de la impresionante Carmina Burana. El Festival, en el año de la Expo Milán 2015, tiene la intención de seguir el tema de la exposición «alimentar al planeta» con la cultura y la magia de la música, gracias a los títulos más queridos de la ópera y espectaculares intérpretes.

Enrique Sancho

Cómo ir:
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www.arena.it
www.turismoverona.eu
www.italia.it
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