Isabel de Segura iba con su madre y el mozo paseando por las calles de Teruel, mirando manzanas en los puestos, con 6 años apenas salía de su casa y estas visitas al mercado eran todo un acontecimiento. Juan Diego de Marcilla, pilluelo donde los hubiese, recorría los mismos puestos dando cobijo a alguna verdura descuidada.
Se enamoraron nada mas verse, esto es siendo ellos muy niños, con ese amor que para siempre. Pasaron los años, y crecieron, alejados por la clase social y cercanos en alma, convirtiéndose en dos jovenes enamorados. Juan Diego se atreve por fin a declararle el amor a Isabel y ella encantada acepta pero su familia no consiente el enlace. Rechazado por la familia de isabel por carecer de fortuna, bienes y nombre le dan un plazo de 5 años para que vaya a recorrer mundo y vuelva cargado de riquezas siendo digno entonces de la mano de Isabel. Esta estratagema no era más que un ardid para conseguir que ambos se olvidasen uno del otro pasado ese tiempo. Isabel no quiso que Diego marchase pero Diego queriendo ser merecedor del amor de Isabel parte a la guerra para poder convertirse en hombre de honor y fortuna. Peleando contra los moros, ganó pasados cinco años cien mil sueldos, por mar y por tierra y convertido ya en hombre adinerado regresó pasados los 5 años exactos.
Diego oye el repiqueteo de las campanas de la Iglesia y se entera consternado que la boda que se anuncia es la de Isabel con el señor de Albarracín. Diego no puede contenerse y se introduce furtivamente en el dormitorio de Isabel a altas horas de la noche para pedirle explicaciones, ella rechaza darlas y Diego le pide un último beso que ella le niega. Él muere esa noche de dolor. Al día siguiente se celebran el funeral en la Iglesia de San Pedro, Isabel de luto se acerca al féretro y besa al difunto, le da realmente el último beso, el que le negó en vida y muere en ese instante junto a él.
Esta historia data del siglo XIII aunque no fue hasta 1555 que se e descubririan las momias de los amantes enterradas en la capilla de San Cosme y San Damián. Juan de Ávalos esculpió las estatuas bajo las que reposan las momias, estatuas cuyas manos no llegan a tocarse como símbolo de un amor imposible.Las bases de las estatuas son un ángel,simbolizando la obediencia de ella y un león como símbolo de la valentía de él.
La Iglesia de San Pedro, en la que descansan en la actualidad, es un templo gótico mudéjar con más de 5.000 metros cuadrados de pintura mural y cuyas vidrieras del siglo XIX son consideradas las más importantes de Aragón, construidas en un taller catalán que trabajaba para Gaudí.
La torre de San Pedro es la más antigua de las torres mudéjares turolenses. Si el visitante quiere ver las campanas que anunciaron la boda de Isabel pude ascender hasta el cuerpo de campanas de la torre de la Iglesia de San Pedro mediante una escalera de caracol de 74 escalones, esta torre fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Desde 1996 se celebra en Teruel como recordatorio de la tradición, la festividad de Las Bodas de Isabel de Segura, fiesta a la que hay que acudir por su increíble valor cultural, tampoco hay que dejar de visitar además del Mausoleo de los Amantes de Teruel construido en el pasado siglo por Juan de Avalos y situado en una capilla al lado de la Iglesia de San Pedro, su magnífica Catedral, emblemático monumento de estilo mudéjar del siglo XII, el Convento de San Francisco construido en 1391,la Torre del Salvador y la Torre San Martín y hacer una parada para comer en La Menta dónde se repondrá con cocina clásica y tradicional de Teruel o El Milagro, muy frecuentado por sus platos tradicionales. Y si vamos con los mas peques sin duda hay que hacer una parada en Dinopolis, el Nuevo Parque temático cultural dedicado a los dinosaurios, con su interesante «Circuito Jurásico»,su museo con fósiles y meteorito y el fabuloso cine de tercera dimensión.
Natalia Angulo Haynes
