Verano. Vacaciones. No como antes de la crisis, pero el que más y el que menos, ha podido apañárselas para irse unos días por ahí, aunque sea al pueblo de los padres, costumbre cada vez más en auge por culpa de una economía que hace tiempo que hace aguas. Y como cada año, los mismos problemas de siempre. A modo de resumen y haciéndome eco de lo que me cuentan amigos, conocidos y allegados, he aquí, algunas sugerencias, protestas y comentarios relacionados con este tiempo de ocio y viajes.
.- Oido en Estambul hace unas semanas a una pareja de españoles en Santa Sofía:» Que sea la última vez que salimos de viaje sin una guía. ¿Ves? Ahora podríamos leer cual es la historia de este templo y de todo lo que hemos visto…» Suele pasar mmucho. Algunos salen a la aventura, sin más, con lo cual no se enteran de nada y desaprovechan su viaje. El éxito de un viaje comienza en una librería comprando una buena guía, actualizada.
.- La señalización de nuestras carreteras necesita urgente revisión. Algunos carteles tienen excesiva información, otros la tienen escasa o confusa, algunos está situados demasiado tarde obligando a los conductores a realizar maniobras bruscas y peligrosas, y otros están tapados por arbustos o árboles.
.- La terminal T4 de Barajas es moderna, bonita, y acorde con los tiempos, pero las distancias que tiene que recorrer el viajero son a veces excesivas, máxime teniendo en cuenta de que éstos siempre llevan equipaje de mano. Habría que aumentar el número de alfombras rodantes.
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¿Qué tipo de seguridad es la que en la estación del AVE de Atocha, Madrid, se obliga a pasar por el túnel de escaneado el equipaje, pero al pasajero no, pudiendo éste llevar tranquilamente cualquier arma sin que a nadie parezca preocuparle? La seguridad es un tema muy serio. O se hace bien, o mejor dejarlo. ¿Y por qué en el control de seguridad de cualquier aeropuerto te quitan hasta un pequeño cortaúñas y sin embargo ya en el avión, al menos en Preferente y en Iberia, por ejemplo, te ofrecen un desayuno acompañado de una cubertería de metal, tenedor y cuchillo, cuatro veces mayor que el utensilio requisado?
.- Los robos a los turistas vuelven a ser noticia de cada día. Y no solo en la prensa nacional sino en la extranjera que es lo peor. Y más grave aún es que en las guías de viaje editadas fuera de nuestras fronteras se advierte esta posibilidad. Nuestras leyes son tan permisivas para estos hurtos que casi no se castigan con lo que los ladrones campan a sus anchas a sabiendas de que en España robas es prácticamente gratis. Pero nuestra imagen en el exterior se deteriore cada vez más. Nuestra gran industria, el turismo, no está para muchos trotes. Otros países comienzan a despertarse al turismo y los españoles ya saben muy bien, como otros muchos turistas de cualquier nacionalidad, que lugares como Croacia, Turquía, Túnez, Eslovenia etc. son destinos de gran belleza y muchísimo más baratos. No juguemos con el turismo.
.- Hay algo que conviene tener en cuente y actuar en consecuencia. En un restaurante el cliente NO está obligado a pagar aquello que, aunque esté en la mesa, no haya pedido. Si en la mesa le esperan unas aceitunas o cualquier otro aperitivo, el cliente debe entender que se trata de una cortesía del restaurante a menos que haya un cartel que anuncie lo contrario. Igualmente conviene repasar bien la cuenta para comprobar que lo cargado en la factura se corresponde exactamente con lo pedido.
.- Muchos pasajeros agradecen a Iberia la sensibilidad que demuestran con los viajeros supersticiosos al no numerar con el 13 la fila siguiente a la 12 pasando de ésta a la 14. No estaría de más que esa misma sensibilidad hiciera que ampliaran un poco la distancia entre asientos, actualmente agobiante y claustrofóbica, especialmente en la configuración de los A-319.
.- Atención conductores. La Guardia Civil ha comprado una serie de coches de alta gama, Mercedes 220 concretamente, en los que han instalado rádares y circulan camuflados por las carreteras de España. Si ello sirve para que los conductores respeten las indicaciones de velocidad, lo damos por bueno. Pero avisamos.
