Además de ser un barrio de la ciudad china de Shangai, El Bund es un excelente restaurante de Madrid, que ofrece los platos más exquisitos, exóticos y diferentes de la cocina china, en especial, de la sichuanesa, cantonesa y pequinesa. Os contamos las 10 razones por las que tu experiencia en El Bund seguro te hará ir a probarlo, si no lo has hecho ya.
1. Por ser el chino de referencia entre la comunidad china. Es frecuente encontrar a la puerta del establecimiento chinos en traje a punto de sentarse a comer. Y lo harán, seguramente, en la segunda planta, reservada habitualmente para los oriundos de este país, lo que constituye una garantía a la hora de decantarnos por un restaurante chino.
2. Por la amplia carta que ofrece, con más de 200 platos que, por supuesto, va más allá del arroz tres delicias y los crepes de pato, sin desmerecerlos, claro. Los hay desde más occidentalizados, como los pescados cocinados al vapor con verduras; más atrevidos como la medusa, tendón de ternera o las ancas de rana; o más picantes y potentes, pues la cocina de Sichuán encuentra aquí su presencia. Importan gran parte de sus alimentos desde Shanghai, por lo que podemos encontrar especialidades orientales como el cohombro (pepino de mar) o el haliotis, un molusco apreciadísimo en su gastronomía.
3. Por el ajustado precio de su carta y en especial, de su menú degustación, que permite probar un poco de todas las especialidades, texturas y sabores de la cocina china por unos 40€.
4. Sus terrazas, una de invierno y otra de verano, son un oasis en pleno barrio de Arturo Soria. Seguramente en Madrid las haya con mejores vistas, con mayor altura, más ambiente o mejor posicionada en las listas de terrazas. Pero esta sin duda es la más acogedora, romántica y tranquila. Rodeada de nogales y fresnos, sobre tarima de madera a la cual se llega a través del comedor, bajando unas escaleras. Permanecerá abierta hasta noviembre. Además dispone de otra terraza más pequeña pero igual de íntima contigua al comedor principal para las noches menos frías del invierno. Quien avisa… pues eso.
5. Por su cazuela de marisco. Precisamente en el marisco reside la calidad de un chino y seguramente sea el restaurante donde mejor se coma este producto a un precio razonable. Esta cazuela incorpora gambas salteadas con verduras, sepia y unas tiernas y suaves vieiras llenas de sabor. Recomendamos acompañarlo por el arroz cantonés.
6. Uno de sus atractivos principales son los dim sum, elaborados diariamente a mano por un cocinero del equipo destinado en exclusiva a esta tarea y a la del resto de la pasta fresca cortada a mano, detalles que sin duda, marcan la diferencia. Los hay de varios tipos (rellenos de verduras, ternera, cerdo o cordero, gamas…) y su popularidad es tal que incluso se hacen demostraciones de su elaboración y cursos para aprender a cocinarlos.
7. Por su ubicación, situado en un chalé de una bocacalle de Arturo Soria. Zona tranquila y silenciosa, alejada del bullicio que acostumbramos encontrar en los chinos más reconocidos situados generalmente en la zona centro.
8. Su decoración es otro de los atractivos pues refleja una casa shangainesa de los años 30. Dos salones interiores, el salón Otoño y el salón Primavera, diferenciados por los distintos colores imperantes, se completan con 5 reservados en la segunda planta, con capacidades para albergar hasta a 16 comensales en una misma mesa. Es habitual encontrar al personal de la embajada de China dada la proximidad al restaurante. Por lo que se recomienda reservar entre semana a la hora de la comida y, por supuesto, en fin de semana.
9. Por el equipo de profesionales que lo compone, tanto in situ como al otro lado que harán que la experiencia en El Bund sea lo más agradable posible. Dispuestos, atentos y discretos, tres cualidades básicas que cumplen con rigor.
10. Por su autenticidad, cocina china de nivel.
