Que nadie espere un restaurante lujos, amplio, lleno de farolillos rojos o cosas parecidas. Este restaurante es todo lo contrario, pequeño, discreto, cuatro mesas tradicionales, y siete asientos en la barra dela cocina. Los tres cocineros son nipones, casi recién llegados de Japón, y chapurrean unas cuantas palabras en español. Solo eso.No saben español, pero de lo que sí sabe es de cocinar. Con un mimo exquisito preparan delante de los comentsales muchos de los platillos que ofrecen.
Es muy arriesgado asegurar que éste sea el mejor japo de la ciudad, pero si no es así, es uno de los tres mejores. La diferencia entre Izariya y la mayoría de los restaurantes japonesesde la ciudad es abismal. Decir que es un restaurante para entendidos sería injusto porque todos debiéramos tener el mismo deecho a disfrutar de los platos tan ricos como el chef Masahito y sus ayudantes nos ofrecen.
Los entendidos de la comida japonesa auténtica, y subrayo auténtica, están de suerte pues acaba de aterrizar un restaurante que trae los sabores de Japón directamente desde el país nipón, más concretamente, desde Kochi. De esta ciudad proviene el chef Masahito Okazoe, propietario de 3 establecimientos en Japón, uno en Kochi, otro en Kobe y el tercero en el lujoso barrio de Ginza en Tokyo y, ahora, por primera vez, traspasa la frontera para abrir su negocio en Madrid.
El chef Masahito, alma del restaurante.
Se trata del restaurante Izariya, término que alude a la paz en jerga de una región específica. De dimensiones reducidas y de ambiente acogedor, este restaurante está ligado a la alta gastronomía japonesa que deriva del estilo kaiseki. De hecho, el Izariya presume de ser el único restaurante que ofrece este tipo de comida en la capital y que nada tiene que ver con lo que popularmente se asocia con la japanese cuisine.
Para los que no sepan en qué consiste, el kaiseki puede abarcar hasta los 15 platos, aunque en versiones mini. Siguen una sucesión específica. La estacionalidad de los ingredientes cobra un papel muy importante y se procura crear una cierta armonía entre los colores y la estética de los platos. Además, se cuida minuciosamente la vajilla que, en ocasiones, son piezas de arte únicas, como es el caso del Izariya. De hecho, estas son el escondite de algunos bocados. Por ejemplo, la degustación de aperitivos se sirve en un recipiente cuya tapa hace de bandeja para unos platos y en su interior se guardan otros.
Algunas de las recetas de alta cocina japonesa que podemos degustar en Izariya Madrid, son: arroz a la cazuela, sashimi con corte especial japonés, dorada en salsa de nabo y cebollino, kuchidori (combinación de varios aperitivos japoneses), shabu shabu o, de postre, el surtido que dedica cada mes a una fruta presentada en versiones diferentes. Como recomendación, sugiero las vieiras sobre cuenco de arroz, la dorada con salsa japonesa especial, la croqueta de curry y la cazuela de arroz con almejas. De todos modos, los diferentes menús degustación cambian cada mes, así que constantemente podemos encontrar novedades en su carta. Los menús de mediodía oscilan entre los 18€ y los 40€ y los de la noche entre los 60€ y 120€.
El Izariya Madrid, abre de martes a domingo de 13:30 a 16:00 y de 20:30 a 24:00 horas. Cierra domingos noche y lunes completos. Dado su pequeño tamaño con capacidad para 16 comensales en sala, y 7 en la barra japonesa que conecta directamente con la cocina, conviene reservar con antelación. El espectáculo está servido y si es en la barra mejor, pues se puede disfrutar viendo cómo estos “japos” preparan con mucho esmero y discreción cada plato. Por cierto, apenas hablan español.
