La fama de la comida americana, por suerte o por desgracia, está popularmente asociada con comida grasienta, poco saludable y muy alejada de las modas culinarias de hoy día. Sin embargo, si nos centramos en la técnica del fuego, veremos que la que utilizan en las barbacoas de los estados del sur de Estados Unidos, es una técnica muy empleada por algunos cocineros muy cualificados. Esta es la cocina a baja temperatura, en la que los alimentos permanecen durante un tiempo prolongado bajo unas fuentes de calor entre los 55 y 75 grados. Y si a esta técnica se le suma la de ahumar, el humo proporcionará al resultado final unos sabores únicos y diferentes según la madera con la que se ahume.
Los creadores de Mad Grill y Mad Café han querido trasladarnos esta tradición a Madrid con la apertura de Jimbo Smokehouse, una barbacoa al más puro estilo tejano. Como dicen ellos, bajo la premisa del “low n’ slow” apuestan por asar con calor indirecto, en algunos casos, durante 14 horas, lo que dota a la pieza de un marcado sabor ahumado. Y se traduce en piezas jugosas, muy tiernas y con diferentes texturas.
De su carta nos llamó la atención el Brisket (pecho de vaca) macerado con especias y con su anillo rojo exterior que denota que la carne está en su punto justo de cocción. Destaca también por su sabor el pulled pork (carne de cerdo deshilachada) adobado con azúcar moreno y especias y el costillar de cerdo sazonado con chili en polvo, algo más seco que las demás carnes.
Otras de las especialidades de Jimbo Smokehouse son el bocadillo de sardinas ahumadas en frío con chips de patata casera y mayonesa cítrica, el secreto ibérico o la patata ahumada con mejillones y pickles. Además, todos los cortes pueden ir acompañados de “side dishes” o acompañantes entre los encontramos judías, ensalada de col, puré de patata mezclado con la salsa resultante del asado, patatas fritas con queso mac n’ cheese o mazorca de maíz ahumada. Todo elaborado de manera artesanal por ellos mismos, incluso las salsas picantes y barbacoa.
De la misma manera, lo artesanal lo trasladan a su oferta de bebidas donde la mayor protagonista es la cerveza. En ella, se podrá encontrar una extensa selección de cervezas artesanales en diez grifos diferentes que cambian periódicamente. Hay para todos los gustos, dependiendo del amargor, grado de alcohol y sabor que uno prefiera.
El apartado de postres también sigue la costumbre americana. Hay dos y los dos son caseros: helado de dónut con diferentes siropes que cambian según el día y los famosos S’mores, nubes tostadas en sándwich de galleta casera y chocolate. Una auténtica delicia que recomendamos compartir entre varios.
Jimbo Smokehouse es un local de decoración industrial, con bancos de madera corridos y otra zona de taburetes y mesas altas, y un pequeño merendero exterior. El formato aquí es pedir, pagar y comer. Es decir, se pide en la barra, se paga y en menos de 5 minutos se tiene la comanda lista para llevar a la mesa. O, si se prefiere, también ofrecen servicio “take away”. El precio medio es inferior a los 30 euros.
