El bebé león, jugando, sin advertir el peligro, ha caido por el terraplén al vacío. Solo y asustado, llama a su madre. La leona estudia la situación. Sabe que su cría está en un serio peligro. La situación es angustiosa. Todos los animales son conscientes de ello. ¿Qué hacer?
Los demás miembros de la manada, conscientes del peligro inmimente, tratan de alcanzar al bebé leon con sus garras, sin conseguirlo. La desesperación es grande porque el pequeño no aguantará mucho en ese lugar y se despeñará si no recibe ayuda.
La madre no lo duda. Se lanza por la pendiente arriesgando su vida. Su bebé, agotado, está a punto de caer al vacío. La leona, haciendo gala de una agilidad y valor fuera de serie, se lanza a por él poniendo en peligro su vida.
La leona consigue su propósito. Agarra con sus dientes al cachorrito y lo sube con prisa a lugar seguro. La tragedia está a punto de acabar con final feliz.
Con cariño y mimo la mamá leona lame suavemente al bebé león, tratando de calmarle y decirle que el peligro ya pasó.
El episodio que acabamos de ver en las fotográfias tuvo lugar en la reserva Masai Mara, de Kenya.
Fotos cortesía de Maniago Nairobi.
