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Londres (Paula Pérez)

A los pies del Big Ben, seguramente el reloj más conocido y popular del mundo.

Después de ocho meses viviendo en Londres, puedo decir que ya se ha convertido en mi segunda casa. La capital de Reino Unido es una ciudad que te atrapa y debido a la gran mezcla de culturas que hay, hace que consigas sentirte casi como en casa.

Mi aventura comenzó a mediados de Septiembre, con una maleta en la que tenía que empaquetar toda una vida y ganas de empezar algo nuevo, aunque en realidad fue una mezcla de querer y no querer debido a todo lo que me dejaba en Málaga, que es mi ciudad.

Pero una vez allí me di cuenta de que el querer podía más que el no querer porque Londres me encantó, y así me he convertido en una medio-turista, medio ciudadana-inglesa.

Como turista, Londres, es una ciudad en la que jamás me podré aburrir. Hay millones de cosas por ver, cientos de monumentos, museos, mercadillos, musicales, tiendas…  creo que siempre que salga a la calle voy a ver algo nuevo que me atrape un poco más.

El Palacio de Buckingham es siempre una visita obligada en Londres, especialmente a la hora del cambio de la guardia real.

Pero, obviamente lo primero que todo el mundo piensa cuando se habla de Londres en el Big Ben, Westminster, Buckingham Palace y Piccadilly Circus… lugares cada uno con su encanto pero todos tan diferentes entre sí.

 

Una visita a Hyde Park, el parque-pulmón de Londres siempre es relajante.

A parte de esos lugares obligados a visitar, otras de los paseos que no pueden faltar en Londres es pasar una mañana soleada por Hyde Park. Uno de los parques más grandes de Londres que esconde rincones maravillosos donde pasar un rato de lectura o donde juguetear con las ardillas que corretean por allí.

Para adentrarse en la verdadera Londres, y la verdadera mezcla de culturas, no puedo faltar uno de los sitios más encantadores y fascinantes de Londres, Camden Town. Por las calles de esta pequeña ciudad-mercadillo, se puede encontrar todo lo imaginable, desde lámparas de estilo árabe hasta una tienda futurista, y por su puesto una amplia variedad culinaria.

Si siguiera describiendo todos los sitios que he conocido durante este tiempo no terminaría nunca, pero hay algunos que hay que mencionar porque son una parada obligada. Y no son otros que China Town, el Soho y sus bares donde poder disfrutar de jazz en directo y por supuesto Carnaby Street, Covent Garden, la zona de Greenwich desde cuyo parque hay unas vistas espectaculares de toda la parte este de Londres, Portobello, el famoso paso de cebras de los Beatles: Abbey Road, Oxford Street para los amantes de las compras y la moda como yo, Brick Lane  un mercadillo que esconde las mejores antigüedades que se puedan imaginar, el mítico London Bridge, el barrio de Chelsea  con sus casas enormes blancas y los famosos andando por la calle….

Una foto teniendo de fondo el famoso London Bridge es imprescindible en cualquier visita a la capital británica.

Y como estos, miles de sitios en los que pasar una buena tarde con un té en las manos. Pero sin duda, una calle que me ha enamorado de Londres es Regent Street. Está situada entre Picadilly y Oxford Circus. Es lo más parecido a la 5th Avenue de Nueva york. Allí marcas como Apple, Ferrari, Guess, Swarovski… iluminan la calle con sus escaparates. Pero no solo las tiendas es lo que llama la atención de esta calle; sino que lo que más me gusta de allí son los edificios, altos, señoriales, preciosos, que contrastan de una manera increíble con las luces de Piccadilly y novedad de Oxford Street.

El edificio del Parlamente al fondo, junto al Támesis, otra postal del Londres turístico.

En fin, Londres, una ciudad gigantesca en la que nunca me podré aburrir, ni nadie lo podrá hacer, donde aún me quedan muchas cosas por descubrir.

 

En Greenwich, la ciudad del famoso paralelo.

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