Reportajes

Niza: La ruta de los pintores en la Costa Azul francesa

Nada es más evocadores de la Costa Azul francesa a través de la ruta de los pintores, un itinerario único que recrea los escenarios más retratados por los principales artistas del siglo XX.

Renoir, Chagall, Matisse, Monet, Bonnard, Dufy, Soutine o Picasso. Todos ellos encontraron inspiración en la incomparable luz de la Riviera francesa.

A través de un original sistema de atriles podemos comparar la realidad con la obra de arte, dejando que las pinceladas de estos artistas aniden en nuestra imaginación y nos permitan viajar en el tiempo, llegando a sentirnos como aquellos primeros aristócratas que a finales del siglo XIX pusieron de moda la Costa Azul.

Por eso nuestro recorrido arranca en Niza, la capital de la Riviera, la dueña de la impresionante Bahía de los Angeles, coronada por el suntuoso Paseo de los Ingleses, el epicentro de la Belle Epoque, el lugar por el que todavía hoy es un lujo ver y dejarse ver.

Nada mejor que tomarse un café en el mítico Hotel Negresko para saborear con estilo la esencia de la región. Sin que el azul imposible del Mediterráneo nos abandone podemos almorzar en alguno de sus muchos chiringuitos de playa, por cierto playa de cantos rodados…y dejar que el atardecer nos sorprenda con ganas de perdernos por el intrincado conjunto de callejuelas empedradas de su casco antiguo.

Desde la cosmopolita Niza, paraíso de las compras para los más sibaritas, salimos rumbo a Saint Paul, un delicioso pueblo medieval suspendido de una colina y celebrado por los cientos de viajeros que cada día curiosean por sus tiendas de artesanía. Allí, en un pequeño cementerio de privilegiadas vistas, encontraremos la tumba de Marc Chagall, el pintor que quedó enamorado de este pequeño enclave.

Antes de poner rumbo a nuestro próximo destino, es imprescindible visitar la Fundación Maeght, uno de los centros de arte contemporáneo más importantes de Francia.

Vence es otro enclave medieval, otro punto de inspiración, en este caso para Matisse, que inmortalizó el lugar regalándole la etérea Capilla del Rosario. La ciudad, famosa por sus fuentes de agua mineral cuenta también con un impresionante mosaico de Chagall en el interior de su Catedral.

En Cagnes sur Mer descubriremos un Museo singular, el que esta situado en el antiguo Palacio Grimaldi, hoy un fantástico recorrido por las distintas interpretaciones que a lo largo del siglo pasado diferentes artistas hicieron de la Costa Azul.

Más alejada, en la Casa Renoir pasó sus últimos años el pintor impresionista (Chemin des Collettes, 19; Tel: 0033 493 20 03 04) Hoy, su estudio y su jardín hacen las delicias de los coleccionistas de anécdotas.

En apenas veinte minutos llegamos a Antibes, uno de los lugares más famosos de la Riviera. El Puerto deportivo más grande de Europa también se enorgullece de contar con el Museo Picasso, una impresionante fortaleza cuajada de obras maestras del artista.

Y en el puerto precisamente encontramos la majestuosa escultura del catalán Jaume Plensa, otro guiño a la constante presencia española en la región.

Desde Antibes es muy fácil llegar a Vallauris, el pueblo que inspiró a Picasso en una de sus aventuras, en esta ocasión con la cerámica. Todavía hoy son muchos los ceramistas que honran esta tradición en sus numerosas tiendas taller.

Nos queda darnos un último capricho: disfrutar del atardecer en Golfe Juan y dejar que la noche nos encuentre en alguno de los muy apetecibles restaurantes de la Costa Azul.

Guía práctica: