Nuestros lectores viajeros

Roma (Rosa Freixes Carvajal)

“Estoy encantada con poder hacer este pequeño comentario de mi experiencia en Roma, pues era mi primer viaje al extranjero que hacía en mi vida, por lo que mi impacto fue tremendamente muy emocional.

 Todo surgió el día de fin de año, cuando estando con unos amigos salió la conversación y sin comerlo ni beberlo se organizó el viaje esa misma noche. Fue como se suele decir en catalán » un dit i fet » (dicho y hecho).

 Marchamos a última hora de la noche de un viernes, llegamos sobre las 23.00 horas, nos dirigimos al hotel y nada más dejar las maletas nos fuimos enseguida a pasear. Lo primero fue ver la Fontana di Trevi, iluminada y aunque no hubiera habido luz, habría brillado por sí sola. Te imaginas sin haberla visto que es impresionante, y es chiquitina, pero igualmente sorprendente por su belleza.

 A la mañana siguiente nuestro recorrido nos llevó directamente al Vaticano, Creo que jamás me había impresionado tanto ver algo tan espectacular y entonces comprender tanta historia. Lo recorrí entero, no me quería dejar un solo rincón sin ver; a veces sentía rabia por ver todo lo que hay allí dentro, tanta riqueza,  y no comprender cómo pueden estar en otros países pasando tanta hambre….. El saber que existe una farmacia donde están todos los medicamentos del mundo y que en cambio haya personas que se mueran por no poder tener acceso a un medicamento que les puede salvar la vida…

 Pero en cuanto te giras, das media vuelta y cambias de paisaje, ya no te acuerdas de ello… Subir a la cúpula fue como tocar el cielo, y poder ver tanta belleza junta; cómo nos puede cambiar por entero lo que pensábamos diez minutos antes y volverte a llevar a otro mundo.

 El Palatino, el Foro Romano,  no fue para mi tanto como había escuchado, aunque me parecía increíble ver cómo todo estaba a la vista pero como si todos los aposentos fueran bajo tierra. Increíble el Coliseum. Te quedas con la boca abierta ante su visión; recuerdas lo que has visto en películas y en cuanto llegas allí empiezas a pensar “ cómo puede ser si solo se veía tierra, si las jaulas de las fieras que se veían que salían desde la misma plaza? “ El guía  explica que todo subía como una plataforma, y así te das cuenta de que nuestros antepasados estaban muy adelantados.

 Por falta de tiempo, ya que nos volvíamos el domingo noche, no tuve oportunidad de ver la Bocca della Verità, sí en cambio el Trastevere, el Panteón, la Piazza Navona, la Villa Borghese,  la Piazza del Popolo, La Escalinata de la Piazza di Spagna y Via del Corso, Via Vittorio Veneto y cómo no, El Tiber.

 Y además coincidimos con carnaval. Es impresionante lo bello que es.

 Fueron tan solo dos días y un primer viaje al extranjero, pero fueron tantas emociones… Yo solo sé que ahora tengo una deuda con Roma, y es volver !!! ”

 

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