Destinos / Reportajes

Santo Domingo, la colonial y cosmopolita puerta de entrada de América

 

Arte callejero

Arte callejero

Por Chema Iñigo Piniella

Ganasdeviajar.com viajó el pasado mes de febrero a Santo Domingo de Guzmán. Así es como se conoce de manera oficial a la capital de la República Dominicana. Se trata del primer asentamiento europeo en América, fundado en 1946 por Bartolomé Colón, cuatro años después de que su hermano Cristóbal pusiese el primer pie sobre esta exótica isla caribeña, que por aquel entonces estaba habitada por tribus de taínos provenientes de América del sur.

Cafñe Colón en la zona colonial.

Cafe Colón en la zona colonial.

Santo Domingo no es solo la capital y sede del Gobierno Nacional de Dominicana, sino también la ciudad con mayor población al superar los 3 millones de habitantes censados y el principal puerto marítimo del país, gracias a su estratégica posición en el mapa que la sitúa junto a la desembocadura del río Ozama y que en su día ayudó al crecimiento del comercio durante la época colonial. Es uno de los mayores centros culturales, financieros, políticos, comerciales e industriales no sólo del país sino de todas las naciones caribeñas.

alle del Conde desde Independencia

Calle del Conde desde Independencia

El desarrollo económico de la ciudad es muy notable en cuanto al aumento de la construcción de torres de viviendas, centros comerciales, autopistas, gasolineras y demás empresas e industrias que se han ido afincando en este centro estratégico para seguir creciendo.

Arte haitiano en la zona colonial

Arte haitiano en la zona colonial

Muchos haitianos se han hecho eco de este plan de desarrollo y han decidido cruzar la frontera en busca de nuevos retos para salir de la pobreza en la que se ha visto sumergida su fronteriza nación tras el devastador terremoto que asoló la zona en 2010 y que dejó a miles y miles de familias en la más mísera pobreza.

Autobús, que aqui llaman guagua

Autobús, que aqui llaman guagua

Al igual que en otras capitales de centro América, se puede apreciar una gran brecha social entre habitantes inmersos en una profunda pobreza y personas ricas con poder. Este contraste ha creado cierta inseguridad en la capital, a pesar de que la encontramos repleta de vigilantes de seguridad y policía a todas horas del día. Es común ver a personas caminando por la calle o simplemente cenando en un restaurante portando un arma reglamentaria para salvaguardarse de cualquier altercado que pudiese ocurrir.

Nada como una piña colada para disfrutar de la estancia en la República Dominicana.

Nada como una piña colada para disfrutar de la estancia en la República Dominicana.

En cuanto sales del Aeropuerto Internacional de Las Américas te das cuenta de la cantidad de humedad que hay en el ambiente, provocando un buen azote de calor y sofoco al cuerpo, que rápidamente extinguirás al llegar al hotel con una buena piña colada o un zumo de coco. Viajes en la época que viajes, no olvides echar un par de bañadores a la maleta. La República Dominicana cuenta con un clima tropical monzónico por lo que la temperatura varía muy poco, sobre todo en la capital. La playa de referencia para la gente de la capital es Boca Chica, que se encuentra a media hora del centro de la ciudad y que es conocida por la marcha de sus chiringuitos y sus aguas templadas y cristalinas.

Mesa para dos en Pelicano Boca Chica.

Mesa para dos en Pelicano Boca Chica.

Al lado de Boca Chica se encuentra uno de los locales chill-out más conocidos del caribe llamado Pelícano, frecuentado por artistas y peloteros conocidos que deciden acudir para comer y relajarse en sus amplias camas balinesas.  Ahora bien, no es el sitio adecuado para aquellos que busquen tranquilidad y relax. Para ellos existe una playa a 10 km de ésta llamada Juan Dolio, que ofrece la mayor paz y tranquilidad que uno puede esperar, en un entorno rodeado de palmeras que se inclinan en el propio agua del Caribe para beber de ella como si de jirafas se tratase. Un consejo: nunca te pongas debajo de una de ellas ya que hay un elevado índice de mortalidad debido a la caída de sus cocos.

La espectacular playa de Juan Dolio.

La espectacular playa de Juan Dolio.

Al tratarse de la ciudad más antigua del Nuevo Mundo, Santo Domingo cuenta con la primera calle, la primera universidad, la primera catedral, el primer hospital o el primer castillo de América, que le hace sentir a uno como si estuviese viajando al pasado. Cabe destacar que es una ciudad que desborda cultura a los cuatro vientos, más aun si recabamos en que es la ciudad con mayor número de museos del Caribe entre los que debemos mencionar el Museo del Hombre Dominicano, el Museo de Arte Moderno, el Faro a Colón, el Museo del Ámbar y el Museo del Ron.

El arte sale al encuentro del viajereo a cada momento.

El arte sale al encuentro del viajereo a cada momento.

La capital dominicana puede presumir de contar con un abanico gastronómico digno de envidiar, desde una cocina internacional muy avant-garde, hasta una cocina criolla de la propia tierra solo para los paladares más atrevidos.  Hay más de 400 restaurantes de todo tipo en el centro de la ciudad, entre los que podemos destacar El Coconuco, Fellini, Mitre, Don Pepe, La Marrana, Vesuvio, Saffron o El Mesón de la Cava. Este último muy recomendable para degustar una buena cena inmerso en una gruta, en mitad de un acantilado. No te puedes ir de la isla sin antes haber podido degustar algún plato típico como el mofongo a base de plátano frito machacado, o los guisos tradicionales conocidos como sancochos.

La Catedral Primada, la más antigua de América, datada de 1512

La Catedral Primada, la más antigua de América, datada de 1512

Santo Domingo parece que no duerme por la noche. Pese a que durante la semana hay un horario para el dispendio de bebidas alcohólicas hasta la medianoche y los fines de semana hasta las 2:00 de la madrugada, la juventud es hábil y se organiza para comenzar la diversión en horas más tempranas, animando las calles hasta la hora de ir a las conocidas discotecas. Entre las más conocidas, cabe destacar Jet Set Club para la clase social a la que hace honor su nombre, Mojiganga en la zona colonial o Mamma que recientemente se ha puesto de moda entre la gente joven. La mayor parte de las salas de bailes se encuentran en los hoteles y requieren de una vestimenta apropiada para poder tener acceso.

Catedral de Santa María la Menor

Catedral de Santa María la Menor

Es requisito indispensable dar un paseo por el cuidado jardín botánico para familiarizarse con la flora autóctona de la República Dominicana, así como por la zona del Malecón, que recorre desde el puerto al borde del mar toda la ciudad de Santo Domingo y que cuenta siempre con gran ambiente propiciado por gente local deseosa de pasarlo bien, al ritmo de salsa que emerge de  coches aparcados junto al paseo. A lo largo del Malecón se alinean muchos hoteles de gran lujo como el Hotel Santo Domingo, el Hotel Sheraton Santo Domingo, el Hotel Jaragua y el Hotel Hilton entre otros, todos ellos de 5 estrellas. En el Malecón tiene lugar una vez al año el Festival del Merengue que reúne a miles de dominicanos que se entremezclan con turistas para mover las caderas al son de ritmos latinos.

Calle adoquinada en la zona colonial.

Calle adoquinada en la zona colonial.

Otra zona agradable para pasear es la del Mirador Sur, que recorre en paralelo la costa caribeña al oeste de la capital, en una zona conocida por el alto poder adquisitivo de sus residentes, denominada Cacicazgos y que muchos escogen para salir del centro de la ciudad, evadirse del siempre presente tráfico e incluso para hacer ejercicio en sus pobladas zonas verdes.

Mural naif en el restaurante Coconuco

Mural naif en el restaurante Coconuco

El deporte nacional por excelencia es el béisbol, que comúnmente se conoce como “pelota” y el cual tiene miles de seguidores. Actualmente cuentan con un equipo nacional que está en la élite mundial, habiendo obtenido muy buenos resultados en los pasados juegos panamericanos y consiguiendo el título de campeón en el mundial de 2013. Asimismo el atletismo está muy arraigado en la sociedad dominicana, con grandes atletas olímpicos en sus filas, mientras que el fútbol y el tenis son dos deportes que están creciendo mucho en los últimos años. El pasado mes de febrero tuvo lugar el primer Open Challenger ATP de tenis que se celebra en República Dominicana con un éxito organizativo en todos los sentidos.

Santo Domingo Tenis Open.

Santo Domingo Tenis Open.

Uno se contagia del encanto que desprenden los vetustos adoquines que inundan las esplendorosas plazas de la Zona Colonial, nada más poner un pie sobre ellas. Esta área de la capital dominicana es la más antigua de la ciudad de Santo Domingo y es conocida por ser la primera ciudad fundada por europeos en América. En concreto por colonizadores españoles. Fue declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad el 8 de diciembre de 1990 y a día de hoy es una de los lugares más frecuentados por turistas de todo el mundo.

Fuerte de San Gil

Fuerte de San Gil

En este histórico barrio, repleto de fachadas floridas, se suceden conventos, palacios, murallas, fuertes y patios recónditos que uno puede ir descubriendo a medida que camina por sus calles, contagiándose del esplendor que provocan los ritmos latinos de bachatas o merengues que surgen de las tiendas y cafeterías como telón de fondo.

Las calles más conocidas de esta mini-ciudad que se extiende desde la Avenida de México en el norte, hasta la Avenida George Washington que recorre en paralelo el paseo marítimo, son la calle de las Mercedes, la del Conde y la de las Damas. La del Conde esconde el paseo más transitado por turistas y en ella podemos encontrar desde vendedores de arte, restaurantes o cafeterías donde es obligatorio hacer una parada para degustar algún plato típico de la isla, simples comerciantes nómadas ofreciendo productos locales e innumerables comercios de segunda mano y pequeños hostales. En su largo recorrido hasta el Parque de la Independencia, que asoma su pórtico franqueado por una pareja de soldados bajo la Puerta del Conde, abundan los puestecitos de autóctonos que persuaden al turista para probar el producto estrella local llamado “Mamajuana” como si de un licor embotellado se tratase y que según ellos, tiene efectos místicos en contra de la disfunción eréctil.

El Altar de la Patria

El Altar de la Patria

El Parque de la Independencia, amurallado en su totalidad, delimita la zona occidental de la Zona Colonial y alberga en su interior un mausoleo denominado Altar de la Patria, flanqueado por una enorme bandera de la República Dominicana. Este parque podría equipararse a la Puerta del Sol madrileña ya que se considera el centro de la ciudad y el kilómetro cero de todas las distancias del país.

 

Obelisto Hembra. Monumento a la Independencia financierra en el malecón.

Obelisto Hembra. Monumento a la Independencia financierra en el Malecón.

Junto a este famoso parque, encontramos el Hotel Discovery, punto de encuentro para gente joven que aprovecha su cómoda y moderna cafetería para tomarse algo enchufado al Wi-Fi. Centenares de “gua-guas” (así se conoce comúnmente a los autobuses) pasan cada hora por la puerta de este hotel y recogen a cualquiera que levante la mano, a modo de taxi, independientemente que no haya apenas espacio en su interior. A medida que uno recorre las calles de esta ciudad de cuento, se pueden apreciar pinceladas de arte urbano por sus esquinas, en detalles tales como los postes de electricidad, que habitualmente lucen colores vivos típicos en el arte pictórico naíf, proveniente de Haití.

Obelisco Macho, en el Malecón.

Obelisco Macho, en el Malecón.

La desembocadura del río Ozama delimita la zona oriental de la Ciudad Colonial y en ella se pueden apreciar los trasatlánticos que amarran a diario, cargados de un turismo que sustenta en gran medida la economía, no solo de la capital, sino del país en su conjunto. Recordemos que la empresa azucarera fue el motor de una economía dominicana que todavía mantienen a día de hoy, tras haber dejado atrás las reservas de oro que se escondían en minas y ríos del interior.

Al otro lado del río pueden apreciarse las primeras casas coloniales de viviendas del Nuevo Mundo, fundadas en el siglo XVI por Bartolomé Colón, bajo las órdenes del Gran Almirante que es como allí conocen a su hermano Cristóbal Colón. Estas casitas, que no superan los tres pisos de altura en ninguno de los casos, surgieron como producto de una necesidad obligada para convertirse en los hogares de los primeros conquistadores españoles e inmigrantes que llegaron a la isla.

Soldado custodiando puerta de entrada al Parque de la Independencia.

Soldados custodiando puerta de entrada al Parque de la Independencia.

Si caminamos hacia el norte junto a la orilla del río Ozama, nos toparemos con la bellísima Plaza de España, sitio idóneo para tomar un café en buena compañía, en alguna de sus bohemias terrazas, donde se encuentra la que fuera residencia del hijo del descubridor de América, el Alcázar de Don Diego Colón.

Otra forma diferente de conocer esta zona de la urbe es con el Chu –Chú Colonial, tren turístico educativo que cuenta con un recorrido de 45 minutos en el que el pasajero se remonta a 500 años de historia. Sale todos los días, a cada hora en punto, desde la calle Isabel la Católica.

Plaza de España con el Alcázar de Colón al fondo.

Plaza de España con el Alcázar de Colón al fondo.

Santo Domingo por tanto, ofrece cultura, buen tiempo, una variada oferta gastronómica, gente agradable y un sinfín de recovecos donde perderse y rodearse de ese encanto y esplendor colonial que te hacen sentir como si estuvieses en una ciudad de la antigüedad. En las antípodas de los enormes complejos hoteleros de Punta Cana, te espera una inmersión en la América más profunda y un contacto directo con la gente dominicana, que con la ventaja del idioma, siempre tratará de que el turista español se sienta como en casa, con la ventaja que esto supone para conocer una civilización distinta a la nuestra.

twitter: @chemainigo

Etiquetas:,