A pocos metros de la Gran Vía, centro neurálgico de Madrid, en la Plaza de Santo Domingo, se encuentra el restaurante Sandó. Se puede acceder a él bien por el Hotel Mercure Santo Domingo, o por la entrada directa de la calle Isabel la Católica, 2. La verdad es que en la zona no es fácil encontrar un restaurante de igual o parecidas características del Sandó. Se trata de un establecimiento moderno, funcional, de magnífica iluminación, decorado con gusto, divido en distintos ambientes, uno de ellos, en un elevado cubo de cristal, muy apropiado para comidas de empresa, o reuniones familiares donde la privacidad sea un elemento importante a considerar.
La carta nos ofrece un panorama de platos de la cocina internacional con ligeras dosis de imaginación y creatividad, que no desvirtúan nunca los productos seleccionados para su elaboración. Como entrantes merecen la pena destacar la ensalada de pimientos asados al aroma de tomillo con tronco de bonito, el laminado de queso de oveja caramelizada con huevo roto, o el milhojas de berenjenas asadas y foi mi-cuit con reducción de vinagre de Módena. El pulpo braseado con emulsión de pimiento asado y patata ahumada es una delicia. Y el arroz estofado con chipirones y alcachofas toda una creación.
La carta ofrece igualmente como platos estrella un arroz cremoso con carabineros, y un lomo do de lubina con su piel crujiente y salsa tártara, o el filete de prensa (cerdo) en su jugo con berenjenas a la mostaza antigua. Y el cochinillo confitado relleno de manzana y arándanos. El menú se completa con paletilla de cordero deshuesada al estilo tradicional.
De los postres, hablaremos otro día.
El Sandó seguramente es uno de los secretos mejor guardados de Madrid, que merecen ser descubiertos sin duda por los buenos gastrónomos. Tiene parking en un edificio contiguo, facilidades para discapacitados, y una barra donde tomar una aperitivo o un buen coctel antes o después del almuerzo o cena.
Y si tras la cena el comensal desea pasar un rato de charla en un ambiente diferente, agradable, animado y en cierto modo sorprendente, Las Cuevas del Sandó, es el lugar ideal. Se trata de un salón dividido en varios ambientes, teniendo como decoración parte de la antigua muralla que rodeaba Madrid. No hay mejor sitio para tomar una copa o disfrutar de excelentes cócteles. El mojito lo preparan como en ningún otro lugar.
Restaurante Sandó – Dirección: Isabel la Católica, 2.-Teléfono: 91 547 99 11